Hoy te doy gracias SEÑOR, me arrodillo ante ti mi buen Jesús,
aquí estoy a tus pies, agradecido por este día nuevo,
te entrego mis aflicciones y tristezas, ¡Sáname Padre!
Me regocijo en tu presencia y me sumerjo, en tu inmenso mar de misericordia.
Permite que me purifique en ella. Tú eres un Padre Bueno y se que quieres
sánarme de todo cuanto me afecta. ¡Dame Vida Nueva Señor!
Hoy, ¡Clamo a ti Jesús Bendito! Con todo mi corazón y mi alma,
te pido conversión por esas personas que tienen un corazón de piedra,
¡Ayudalas Padre! Mis labios se abren para alabarte y agradecerte.
Siento tu presencia liberadora, levanto mis manos a ti mi Buen Jesús
y siento esa fuerza que me transforma.
Gracias Señor porque para ti no hay nada imposible, Tú eres el Dios bondadoso, misericordioso y generoso que escuchas a quien te pide con todo su corazón
y nunca lo rechazas. Eres Rey de Reyes, por eso hoy, aquí en tu presencia
concédeme lo que te pido, (cierra tus ojos, haz tu petición)
Más que sea, no cuando yo quiera, sino cuando sea tu tiempo.
Tú eres la luz que alumbra las tinieblas, te doy Honor y Gloria mi Buen Jesús.
Gracias Padre Bueno por todo lo que haces por mi
quítame todas esas ataduras, esas preocupaciones de mi mente, ¡Gracias Señor!
Tú eres mi libertador, dale descanso a mis pesares.
Señor bendice mi mente, mi alma, mi corazón y todo mi ser.
Tú mi Jesús resucitado ¡Eres Vida Nueva!
No tengo miedo porque confío en tí, se que tu estás conmigo,
permíteme vivir como Tú quieres y dame la paz que busco.
Dios te Bendiga a ti y los tuyos
AMEN
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